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Algo similar ocurre con todo el que desea ser un buen orador, aunque existe un periodo de preparación y aprendizaje, este se alarga en el tiempo sumando cada una de las experiencias vividas como orador y en otros campos, consiguiendo así que con cada año que pasa seas mejor orador.
Si tu meta es ser un buen orador vamos a ver algunas cosas que debes tener en cuenta.
Conocimiento:
Un buen orador necesita saber convertir sus ideas y conocimientos en palabras, y hacer llegar su mensaje a sus oyentes de forma que los motive a acción, si no logras que tus oyentes hagan algo después de escuchar tu discurso o propuesta no eres un buen orador.
Para lograr este objetivo necesitas: técnica -oratoria- ensayo y práctica.
El cirujano de la introducción no lo hubiera logrado sin estudios, por eso, si lo necesitas prepárate, un buen curso de oratoria te puede ayudar a conseguir tu objetivo.
Transformación:
Utiliza tus dones, ¿eres simpático?, ¿amable?, ¿paciente? y un largo etc. pues usa todas esas cualidades para llegar a ser un buen orador, ¿ crees que no tiene nada que ver la clase de persona que eres con lo buen orador que puedes llegar a ser?, pues te equivocas,un orador se dirige a personas y estas captan y responden a las cualidades personales,algunas quizás no entienden a totalidad tu propuesta pero te consideran alguien tan honesto que deciden aceptarla, a otros les caes bien porque eres ¡tan simpático! así que deciden hacer lo que les recomiendas.
Los pacientes del cirujano no leen su currículum para confiar en él, en muchos casos es la clase de persona humana y cercana la que logra conquistar su confianza, así que no lo dudes, usa tus dones para transformarte en un buen orador.